El objetivo de este artículo no es otro que ayudar a entender la política, en materia de Eficiencia Energética, de la Unión Europea y las acciones que el Gobierno Español está llevando a cabo como consecuencia de esa política.
La Unión Europea establece normas que son de obligado cumplimiento para los 27 estados llamadas Directivas. Estas directivas no son efectivas hasta que se concretan en leyes en cada uno de los países. Al proceso de hacer una ley a partir de una Directiva se le llama “Trasponer” y por supuesto está sujeto a interpretaciones por lo que está muy lejos de ser un proceso objetivo.
Así pues, las Directivas Europeas en materia de Eficiencia Energética muestran la posición común de los 27 estados miembro, con respecto a la política de medio ambiente, y por otro lado, las leyes nacionales muestran nuestra posición con respecto a dicha política.
Por supuesto la posición de todos los miembros no es la misma y mientras unos van por delante, en la transposición de directivas, para otros no son relevantes e intentan retrasar su aplicación (No las trasponen) o lo hacen parcialmente. Adivine el lector cual es el caso de nuestro país.
El lenguaje legal, unido a la falta de transparencia de nuestros representantes, hace que sea difícil seguir lo que ocurre tanto en España como en la Unión Europea. Aquí se presenta un resumen tanto de los puntos más importantes de las directivas Europeas como de sus “transposiciones” en España
Después de analizar con cuidado toda la información, me permito la licencia de añadir una conclusión personal: España, a la cola de Europa, no está en posición de innovar en política energética. A los españoles, nos bastaría con reclamar que se cumplieran las directivas Europeas para dar un gran paso en el cuidado de nuestro medio ambiente.
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