Poner la pobreza energética en la agenda política era necesario
El 21 de enero, el gobierno de Navarra firmó un convenio con Iberdrola para asegurar el suministro a clientes sin recursos. Esta es una gran noticia; el problema de la pobreza energética está en la agenda de nuestro gobierno, de lo cual nos alegramos muchísimo.
Son muchos los casos de pobreza energética en nuestra comunidad, un problema que se agrava año a año y que por fin, y gracias a la presión ciudadana, nuestros gobernantes ponen en sus agendas y las grandes empresas energéticas incluyen en sus políticas de Responsabilidad Social, aunque no reflejan en el desarrollo de su actividad empresarial.
Algo, que debería exigirse por parte de las fuerzas políticas a estas empresas que conforman el oligopolio energético que controla los suministros energéticos.
El compromiso de las empresas comercializadoras ante este problema es primordial, por ser las que tienen la capacidad de solicitar la baja de un suministro ante una situación de impago.
Análisis primeros pasos
Reiteramos nuestra alegría por este primer paso, aunque no lo consideremos del todo acertados y decidamos escribir estas líneas.
Asegurar el suministro a las familias en situación de pobreza energética es el primer paso ante la situación de emergencia en la que se encuentran, más aún en la época invernal en la que nos encontramos. Pero no debemos olvidar que es un paso para tratar de reducir las consecuencias de una situación realmente crítica para muchos hogares de nuestro entorno.
En paralelo con este camino iniciado, deben darse otros pasos que no vemos reflejados en el convenio publicado; ante el comienzo de trabajo con una empresa como Iberdrola, como se dice en la nota de prensa, la que más contratos tiene en Navarra (además de ser la distribuidora eléctrica principal); Gobierno de Navarra debería exigir al menos:
* ¿Conocer cuántos son los cortes que hacen en Navarra?
* ¿Cuáles son los motivos para hacer estos cortes?
* ¿Costes reenganchar el servicio?
* Exigir una implicación económica también en esta línea, ya que los beneficios económicos por el servicio prestado son elevados y la única implicación económica en este convenio es del Gobierno de Navarra.
Trabajo contra la pobreza energética
Estos convenios tratan de paliar el impacto que tiene la pobreza energética en muchas familias, pero no resuelve el problema. Según el Centro de Estudios Medioambientales, en Navarra, la pobreza energética afecta a 96.000 navarr@s. El 19% de los hogares de la Comunidad Foral destinan más del 10% de sus ingresos al pago de la luz y del gas y más de 44000 navarr@s no pueden poner la calefacción a una temperatura adecuada para la salud.
Para trabajar contra la pobreza energética, el Gobierno debería marcar unas líneas claras de actuación definir los umbrales mínimos de acceso a la energía necesaria en Navarra, formar e informar a los ciudadanos sobre las posibilidades existentes para hacerlos lo menos vulnerables posible, asegurar estos mínimos de energía necesaria, trabajar por una políticas de precios que definan unas tarifas más justas y que tengan en cuenta la situación de emergencia social en que se encuentran muchas familias, destinar fondos a servicios energéticos y rehabilitación para los ciudadanos más necesitados… en definitiva, definir una política energética clara que tenga en cuenta que la energía es un bien básico y necesario para mantener unas condiciones de vida dignas.
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