[També en: català]
El objetivo ideal es alcanzar los 15 millones
Hemos conseguido, en tres semanas, 10 millones de euros en forma de aportaciones al capital social voluntario. Esta cifra se ha alcanzado gracias a las aportaciones realizadas por 5.000 personas y entidades socias de la cooperativa. Hemos llegado, pues, al objetivo inicial, que era conseguir 10 millones.
De todos modos, el objetivo ideal es llegar a los 15 millones para poder tener una situación cómoda a nivel financiero, y una vez se calme todo, poder construir más plantas de generación de energía de fuentes renovables.
Así pues, si no lo has hecho todavía, te animamos a que te plantees realizar una aportación al capital social voluntario de la cooperativa. Podéis hacer aportaciones tanto las personas socias como las entidades socias. Todas somos parte del proyecto, todas lo construimos conjuntamente.
Cooperativismo, dentro y fuera de Som Energia
Cuando, hace unas semanas, llegamos a una situación de tensión porque teníamos que avanzar gran cantidad de dinero antes de recuperarlo, buscamos diferentes opciones. Una de las primeras fue, evidentemente, las aportaciones al capital social. Al ser cooperativa, podemos optar por esta modalidad de financiación, que demuestra que se trata de un proyecto realizado con el apoyo de las personas. Todas las integrantes, personas y entidades socias, tenemos un mismo propósito, un objetivo en común, el del proyecto: transformar el modelo energético por uno renovable, distribuido, y en manos de la ciudadanía.
También, por supuesto, exploramos otras opciones complementarias. Y hemos constatado que hay organizaciones amigas del mundo cooperativo con las que compartimos valores y formas de ver el mundo, y que están muy predispuestas a cooperar con nosotros con mucha rapidez. Cooperativas financieras como Coop57, Caja de Ingenieros y Cajamar nos han echado una mano, a la vez que seguimos en contacto con otras empresas y organismos para tener aún más opciones que refuercen nuestra estructura financiera. Todas ellas son también parte de la aventura, y queríamos mostrarles nuestro agradecimiento.
Mercado energético hostil
Ya habíamos utilizado esta herramienta (las aportaciones al capital social voluntario) en anteriores ocasiones, en su mayoría para poner en marcha nuevas plantas de generación de energía procedente de fuentes renovables, y también para tirar adelante la cooperativa. Sin embargo, en esta ocasión el motivo de la emisión de capital social ha sido la subida de precios del mercado eléctrico, que ha hecho aumentar considerablemente la cantidad de dinero que debemos avanzar a diferentes organismos para poder llevar a cabo nuestra actividad en el mercado eléctrico.
Como explicábamos hace unas semanas, por un lado, los pagos del coste de la energía se han incrementado repentinamente, por lo que debemos avanzar su coste antes de poder recuperarlo a través de los cobros. Por otra parte, se han incrementado también las garantías que debemos depositar para comprar la energía (mecanismo requerido por el mercado eléctrico).
Aparte, una de las medidas del gobierno para mitigar el aumento de la factura de electricidad en los hogares fue la de rebajar el IVA del 21 al 10%. Se trata de una medida largamente demandada (no tratar la electricidad como bien de lujo, sino como bien esencial). Pero la rapidez con la que se ha aplicado ha provocado que las comercializadoras tengamos que estar sosteniendo la diferencia durante unos meses, pues seguimos debiendo pagar un IVA del 21%. Calculamos que, si se mantiene la situación actual de altos precios de la luz, a finales de año Hacienda nos deberá unos 10 millones de euros, con el impacto que ello conlleva sobre nuestra tesorería.
Lamentamos que, a la hora de instaurar cambios, éstos se hacen con poca previsión y poca información previa, y sin contemplar medidas atenuantes. Esto dificulta su adaptación, especialmente a las comercializadoras más pequeñas, que debemos aumentar de forma muy repentina nuestra fortaleza financiera hasta el momento en que podamos recuperar el dinero adelantado.
“Con el IVA del 10% el cambio fue muy rápido, y lo mismo ocurrió con las medidas del gobierno de rebaja del impuesto eléctrico y descuento de los cargos. Han sido cambios que requieren la adaptación de los sistemas internos y la realización de comunicaciones adecuadas y comprensibles. En cambio, son publicados un día antes de su entrada en vigor, lo que nos dificulta mucho su adaptación”, denuncia Lorena Quiñones, del equipo económico de Som Energia. Quiñones añade que, “además, aparte del retraso en el envío de los datos de consumo de un buen número de contratos por parte de las grandes distribuidoras (con autoproducción activada), los datos llegan ahora con errores, lo que dificulta un proceso de facturación regular y sin errores.
“En lugar de dar liquidez a pequeñas comercializadoras que por culpa de los altos precios sufren problemas de liquidez (y no de solvencia), el gobierno está quitándonos liquidez”, explica Albert Banal, miembro del Consejo Rector de Som Energia. Y añade que «estamos financiando el gobierno, en lugar de que el gobierno nos financie a nosotros».
Desde Som Energia denunciamos que esta situación excepcional de falta de liquidez, cuando la salud económica de la cooperativa es muy buena, y no hay previsión de pérdidas, responde a las estructuras y mecanismos del mercado eléctrico que perjudican, una vez más, la consolidación de nuevos actores en el sector. Se trata de nuevo de más impedimentos y dificultades para que el mercado eléctrico esté repartido, lo que hace que el poder se siga concentrando en unas pocas manos.
Crítica al precio de la energía
El mecanismo de fijar precios en el mercado mayorista diario de la energía hace que se dependa demasiado del precio de la tecnología más cara, que en estos momentos es el gas. Ésta es la que marca el precio para todas las tecnologías. Aparte, dado que los grandes grupos empresariales tienen una presencia determinante en la producción de energía (y, por tanto, en la fijación de los precios en el mercado mayorista), el propio sistema es susceptible de ser condicionado por estos grandes grupos.
La presencia de mayor energía renovable desplazará la capacidad de otras tecnologías (como el gas o la hidráulica) de fijar el precio. Pero si esta generación renovable sigue en las mismas pocas manos del oligopolio, los precios del mercado no reflejarán el coste real de la producción de energía limpia, sino que se incrementarán por otros intereses. Si la producción está en manos de la ciudadanía (a través, por ejemplo, de cooperativas como Som Energia), será mucho más fácil hacer presión para conseguir unos precios más bajos y justos, que no incluyan beneficios económicos exagerados ni intereses particulares.